Hoy posteo un reportaje aparecido tiempo atrás en la revista Mujer del diario La Tercera. Al leerlo me acordé de los libros escrito por Alejandro Jodorowsky “La sabiduría de los cuentos” y “La sabiduría de los chistes”, los cuales van en el mismo sentido que aparecen en este artículo. Debido a esto mismo, iré incluyendo en el blog algunos cuentos que mi interés, y espero del suyo también:
El poder curativo de los cuentos
El relato de historias ayuda a las personas a resolver sus conflictos internos, cuando son transmitidas en estado de trance. Este es el vehículo directo para llegar al inconsciente, donde la mente racional tiene menos posibilidades de actuar. En su libro, Paul Anwandter, coaching neurolingüístico, las llama lecturas de transformación.
El poder curativo de los cuentos
El relato de historias ayuda a las personas a resolver sus conflictos internos, cuando son transmitidas en estado de trance. Este es el vehículo directo para llegar al inconsciente, donde la mente racional tiene menos posibilidades de actuar. En su libro, Paul Anwandter, coaching neurolingüístico, las llama lecturas de transformación.
Los cuentos, además de divertir a grandes V a chicos, tienen una cualidad sanadora que pocos conocen. La fuerza de las historias bien contadas logra transportar a la persona a un estado de trance propicio para buscar las respuestas a sus angustias y preocupaciones.
Los relatos de frase corta y descriptiva seguidos con cierta disponibilidad mental y espiritual llevan a la reflexión sobre aquellas situaciones cotidianas que están provocando un gran ruido interior, Pero no se trata de cualquier relato el que permite que el lector reflexione sobre situaciones de su propia cotidianeidad. Son lecturas que transforman, historias que hacen pensar, tal como explica Paúl Anwandter, ingeniero electrónico y coaching neurolingüístico, un experto en preguntas claves que enseña a utilizar los recursos personales para lograr estados de excelencia.
Desde hace años Anwandter se dedica al área terapéutica y a la investigación sobre el comportamiento humano. Su experiencia en el trabajo grupal, entrenando a personas para adquirir destrezas comunicacionales, de liderazgo y motivación de equipos de trabajo, le permitió vislumbrar la forma de ayudar a sus alumnos a expresar sus sentimientos y emociones.
De esta forma fue recopilando historias que más tarde reuniría en un libro llamado "Un día cada día o la próxima estación" (Ril editores), que define como literatura transformadora.
El autor busca a través del relato de situaciones cotidianas, que la persona se sienta identificada con los personajes, comprendiendo, analizando y asimilando sus ideas.
"Este libro se acerca más a la hipnoterapia, porque propone, mediante el uso dirigido del lenguaje, modificar las estructuras de pensamiento y las líneas de comportamiento de una persona que reconoce tener un problema", explica.
Según Anwandter, a este objetivo se llega a través del trance que provoca la lectura. No obstante la vía de entrada a este estado alterado de conciencia, en que la persona logra una profunda focalización interna, se da más fácilmente cuando se ha tenido experiencias de trance anteriores, apoyadas por un especialista,
El trance supone alcanzar un estado alterado de conciencia. Se produce entonces una disociación entre la mente consciente e inconsciente, de modo que la persona puede acceder más fácilmente a su sabiduría interna.
Para el profesional, cualquier palabra que la persona utiliza en algún momento fue aprendida en un contexto determinado. Por lo mismo, el significado de éstas será distinto para cada persona y de ahí el diverso poder terapéutico que pueden alcanzar los relatos.
"Por medio de la lectura se pueden realizar búsquedas internas. Tampoco se trata de reresiones que llevan a vidas pasadas. Lo que ocurre es que esos significados empiezan a modificarse, ya que en el transcurso de la vida ocurren situaciones que los van cambiando", dice Paúl Anwandter.
¿Es la persona consciente del trance de la lectura? No, si bien bajo el punto de vista del autor, éste sobreviene cuando no pensamos nada específico, cuando dejamos que nuestras ideas, recuerdos o fantasías se sucedan libremente, sin imponerles ningún fin determinado.
"Curiosamente, esto hace que la persona experimente procesos internos de regresión y empiece a leer en detalle los relatos que tiene en frente y a cuestionar sus significados. El mejor momento de ese proceso ocurre cuando se le otorga un solo significado al relato y empieza a ser distinto a los del resto". En este punto se despiertan los recursos internos que ayudan a resolver los conflictos emocionales que se viven.
-¿Qué es un cuento de transformación?
- Son experiencias de la vida. Este libro es eso, una secuencia de muchas vidas asociadas a voces internas. Lo importante es que el lector durante el proceso de lectura se dé cuenta de la similitud que tiene con los personajes que aparecen en el libro, y que hablan de lo que a él le sucede. Este compendio de relatos se preocupa de las maneras en que lo que se dice repercute tanto en quien lo dice como en quien lo oye. Cada cuento muestra una historia que se despliega a través de los caminos del pensamiento.
-¿Las palabras nos aprisionan?
-El ser humano es prisionero del lenguaje. A través de sus palabras puede encerrarse en una vida que preferiría no vivir. Y en ese sentido, empieza a emplear los "nudos del lenguaje", que son redes de palabras a las que se les atribuyen valores y significados y que se relacionan con recuerdos y emociones. El descontento, frustración, infelicidad y diversos sentimientos amargos de la vida responden a la presencia de estos nudos.
-¿Cómo el cuento desarma estos "nudos"?
-Este libro sugiere penetrar en el lenguaje del lector, comprender por qué está triste, cuándo se siente así y qué cosas le parecen alegres. La idea es que el lenguaje del cuento lo lleve más allá de su tristeza y le sugiera respuestas.
METÁFORAS SANADORAS
Para la psicóloga clínica de la Universidad Católica Valeria Sepúlveda, las "lecturas de transformación" tienen múltiples ventajas en la labor terapéutica. Se trata de relatos metafóricos que, utilizando el recurso dramático, buscan captar la atención y el interés de la persona. La idea es transmitirles enseñanzas y valores, orientados a ofrecer soluciones a problemas personales.
"Al identificarse con los personajes de la historia, la persona poco a poco va aprendiendo a superar los obstáculos que le impiden crecer. Por ejemplo, los relatos bíblicos, budistas o cuentos sufis, nos ayudan a comprendernos a nosotros mismos y al mundo en que vivimos", explica la profesional.
Y agrega: "La lectura de cuentos, metáforas o alegorías genera en la persona una comprensión singular del material entregado, que lo lleva a alterar sus percepciones, al obtener nuevas asociaciones y significados. La metáfora provee un marco alterado a través del cual el paciente puede considerar una experiencia nueva, iniciando un proceso de cambio. La alegoría estimula el potencial ¡limitado de recursos que tenemos dentro".
Según la especialista, en psicoterapia el relato de metáforas o historias puede tener gran poder, al ser transmitidas en estado de trance. Este es considerado como un vehículo que va directo al inconsciente, donde la mente racional tiene menos posibilidades de actuar, cuestionando las directivas.
"La metáfora es un recurso dramático que captura la atención de la persona, indispensable para que entre en trance, y si en el relato mismo se incluyen verdades obvias aludiendo a experiencias de vida tan universales que la persona no puede rechazar, se va creando una dirección de aceptación al estado de trance y al tratamiento", explica.
En hipnoterapia se construyen metáforas o historias adaptadas a la situación del paciente. Se realizan en base a un objetivo terapéutico previamente determinado, que surge de la comprensión del problema de la persona. La idea es que la intervención transmita, en forma indirecta, sugerencias terapéuticas que resulten aceptables al estar insertas en una narración interesante.
-¿En qué momento la lectura se vuelve un acto terapéutico?
-En el momento en que el inconsciente trata de establecer una correlación entre su situación actual y los nuevos datos contenidos en el cuento, lo que le permite a la persona contemplar su problema bajo una nueva luz y descubrir posibles soluciones a lo que la está afectando.
Los relatos de frase corta y descriptiva seguidos con cierta disponibilidad mental y espiritual llevan a la reflexión sobre aquellas situaciones cotidianas que están provocando un gran ruido interior, Pero no se trata de cualquier relato el que permite que el lector reflexione sobre situaciones de su propia cotidianeidad. Son lecturas que transforman, historias que hacen pensar, tal como explica Paúl Anwandter, ingeniero electrónico y coaching neurolingüístico, un experto en preguntas claves que enseña a utilizar los recursos personales para lograr estados de excelencia.
Desde hace años Anwandter se dedica al área terapéutica y a la investigación sobre el comportamiento humano. Su experiencia en el trabajo grupal, entrenando a personas para adquirir destrezas comunicacionales, de liderazgo y motivación de equipos de trabajo, le permitió vislumbrar la forma de ayudar a sus alumnos a expresar sus sentimientos y emociones.
De esta forma fue recopilando historias que más tarde reuniría en un libro llamado "Un día cada día o la próxima estación" (Ril editores), que define como literatura transformadora.
El autor busca a través del relato de situaciones cotidianas, que la persona se sienta identificada con los personajes, comprendiendo, analizando y asimilando sus ideas.
"Este libro se acerca más a la hipnoterapia, porque propone, mediante el uso dirigido del lenguaje, modificar las estructuras de pensamiento y las líneas de comportamiento de una persona que reconoce tener un problema", explica.
Según Anwandter, a este objetivo se llega a través del trance que provoca la lectura. No obstante la vía de entrada a este estado alterado de conciencia, en que la persona logra una profunda focalización interna, se da más fácilmente cuando se ha tenido experiencias de trance anteriores, apoyadas por un especialista,
El trance supone alcanzar un estado alterado de conciencia. Se produce entonces una disociación entre la mente consciente e inconsciente, de modo que la persona puede acceder más fácilmente a su sabiduría interna.
Para el profesional, cualquier palabra que la persona utiliza en algún momento fue aprendida en un contexto determinado. Por lo mismo, el significado de éstas será distinto para cada persona y de ahí el diverso poder terapéutico que pueden alcanzar los relatos.
"Por medio de la lectura se pueden realizar búsquedas internas. Tampoco se trata de reresiones que llevan a vidas pasadas. Lo que ocurre es que esos significados empiezan a modificarse, ya que en el transcurso de la vida ocurren situaciones que los van cambiando", dice Paúl Anwandter.
¿Es la persona consciente del trance de la lectura? No, si bien bajo el punto de vista del autor, éste sobreviene cuando no pensamos nada específico, cuando dejamos que nuestras ideas, recuerdos o fantasías se sucedan libremente, sin imponerles ningún fin determinado.
"Curiosamente, esto hace que la persona experimente procesos internos de regresión y empiece a leer en detalle los relatos que tiene en frente y a cuestionar sus significados. El mejor momento de ese proceso ocurre cuando se le otorga un solo significado al relato y empieza a ser distinto a los del resto". En este punto se despiertan los recursos internos que ayudan a resolver los conflictos emocionales que se viven.
-¿Qué es un cuento de transformación?
- Son experiencias de la vida. Este libro es eso, una secuencia de muchas vidas asociadas a voces internas. Lo importante es que el lector durante el proceso de lectura se dé cuenta de la similitud que tiene con los personajes que aparecen en el libro, y que hablan de lo que a él le sucede. Este compendio de relatos se preocupa de las maneras en que lo que se dice repercute tanto en quien lo dice como en quien lo oye. Cada cuento muestra una historia que se despliega a través de los caminos del pensamiento.
-¿Las palabras nos aprisionan?
-El ser humano es prisionero del lenguaje. A través de sus palabras puede encerrarse en una vida que preferiría no vivir. Y en ese sentido, empieza a emplear los "nudos del lenguaje", que son redes de palabras a las que se les atribuyen valores y significados y que se relacionan con recuerdos y emociones. El descontento, frustración, infelicidad y diversos sentimientos amargos de la vida responden a la presencia de estos nudos.
-¿Cómo el cuento desarma estos "nudos"?
-Este libro sugiere penetrar en el lenguaje del lector, comprender por qué está triste, cuándo se siente así y qué cosas le parecen alegres. La idea es que el lenguaje del cuento lo lleve más allá de su tristeza y le sugiera respuestas.
METÁFORAS SANADORAS
Para la psicóloga clínica de la Universidad Católica Valeria Sepúlveda, las "lecturas de transformación" tienen múltiples ventajas en la labor terapéutica. Se trata de relatos metafóricos que, utilizando el recurso dramático, buscan captar la atención y el interés de la persona. La idea es transmitirles enseñanzas y valores, orientados a ofrecer soluciones a problemas personales.
"Al identificarse con los personajes de la historia, la persona poco a poco va aprendiendo a superar los obstáculos que le impiden crecer. Por ejemplo, los relatos bíblicos, budistas o cuentos sufis, nos ayudan a comprendernos a nosotros mismos y al mundo en que vivimos", explica la profesional.
Y agrega: "La lectura de cuentos, metáforas o alegorías genera en la persona una comprensión singular del material entregado, que lo lleva a alterar sus percepciones, al obtener nuevas asociaciones y significados. La metáfora provee un marco alterado a través del cual el paciente puede considerar una experiencia nueva, iniciando un proceso de cambio. La alegoría estimula el potencial ¡limitado de recursos que tenemos dentro".
Según la especialista, en psicoterapia el relato de metáforas o historias puede tener gran poder, al ser transmitidas en estado de trance. Este es considerado como un vehículo que va directo al inconsciente, donde la mente racional tiene menos posibilidades de actuar, cuestionando las directivas.
"La metáfora es un recurso dramático que captura la atención de la persona, indispensable para que entre en trance, y si en el relato mismo se incluyen verdades obvias aludiendo a experiencias de vida tan universales que la persona no puede rechazar, se va creando una dirección de aceptación al estado de trance y al tratamiento", explica.
En hipnoterapia se construyen metáforas o historias adaptadas a la situación del paciente. Se realizan en base a un objetivo terapéutico previamente determinado, que surge de la comprensión del problema de la persona. La idea es que la intervención transmita, en forma indirecta, sugerencias terapéuticas que resulten aceptables al estar insertas en una narración interesante.
-¿En qué momento la lectura se vuelve un acto terapéutico?
-En el momento en que el inconsciente trata de establecer una correlación entre su situación actual y los nuevos datos contenidos en el cuento, lo que le permite a la persona contemplar su problema bajo una nueva luz y descubrir posibles soluciones a lo que la está afectando.
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