Alejandro Jodorowsky y las mujeres:
"Hay que entender que la vida es igualdad y pareja"
Luego de cinco años de ausencia visitó Santiago por cuatro días, causando una verdadera revolución entre los seguidores de su terapia de sicomagia y los empresarios chilenos que asistieron a un seminario donde habló de la creatividad. Conocido como un artista que explora el arte y la magia para sanar, Alejandro Jodorowsky llegó feliz por la elección de Michelle Bachelet como Presidenta, quien lo condecoró en La Moneda, y desafió a dar más espacio a las mujeres para lograr un sociedad más igualitaria y auténtica. "Estamos acostumbrados a que el hombre decida, pague y se imponga, la mujer está ahí como una servidora de la casa, es la mamá y la que ve que todo funcione. Por lo mismo, hoy necesita su espacio para hacer lo que quiera y resguardar su intimidad".
La palabra es "Surrealista". Alejandro Jodorowsky la repite constantemente con un brillo en la mirada tan resplandeciente como los blancos mechones de su cabeza, que se iluminan con los rayos de sol que entran por el ventanal donde se realiza esta entrevista. El término aparece durante toda la conversación, especialmente cuando habla de su tema favorito en estos últimos meses: Michelle Bachelet. "El año pasado, en una entrevista para tu revista, comenté lo importante que parecía que los países eligieran mujeres para dirigirlos. Y ahora ver a la señora Bachelet como Presidenta me parece un acto increíble. Algo que pone a Chile junto a los países más avanzados. Ya Francia está tratando de imitarlo con Ségolène Royal. Pero, aclaro, que cuando hablo de Bachelet no lo hago políticamente, no sé al partido que pertenece, sino porque elegir a una Presidenta en un país que se caracteriza por padres ausentes y un desprecio a lo femenino es surrealista", comenta entusiasmado mientras en su pálida cara se dibuja una mueca de satisfacción.
- Pero más allá de lo surrealista, ¿Chile está preparado para este cambio?
- No lo sé. Para mí es una incógnita saber si todos están realmente preparados para entenderla. Si la van a ayudar o la van a hundir. Los que estén en desacuerdo con ella la van a tratar de incapaz y no van a facilitarle las cosas. En teoría podrían complicarle su trabajo, usando los tópicos recurrentes, diciendo que es caprichosa, histérica, cualquier cosa que sirva para inhabilitar su inteligencia. Va a cometer errores, seguramente, pero como todo el mundo y también como los hombres los cometen. Pero ella tiene toda la fuerza femenina que está en potencia y puede llegar a grandes cosas. Hay que hacerle confianza.
Luego de cinco años sin visitar Chile, hace una semana se paseó por Santiago presentando su libro "El maestro y las magas" (Grijalbo). También tuvo una masiva reunión abierta con los seguidores de su técnica de sicomagia en el Centro Cultural Matucana 100 y dictó el seminario "El poder de la creatividad", ante un selecto grupo de empresarios y personalidades. Un evento que se repletó y en el que desafió a los empresarios con la pregunta: "¿Quieren ser creativos?, dejen entonces entrar a las mujeres en su mundo".
El consejo de Jodorowsky viene de cerca. Él mismo lo ha experimentado durante esta última década y lo deja de manifiesto en el libro que vino a presentar, la tercera parte de lo que él mismo bautizó como su "autobiografía imaginaria" (un género literario creado por él mismo para relatar cómo gestó, maduró y combinó su vida con el arte y lo místico). En la obra recuerda a cuatro mujeres que conoció durante su paso por México en los '60: la escritora y pintora surrealista Leonora Carrington; doña Magdalena, que le enseñó el masaje iniciático; la poderosa actriz mexicana la Tigresa, y Reyna D'Assia, hija de Gurdjieff. Pero la gran generadora de lo femenino en el pensamiento de este hombre de 77 años es Marianne Costa (39), su actual pareja y coautora de un libro dedicado al valor terapéutico del tarot. "Ella llegó por magia. Nos conocimos hace una década, cuando yo me consideraba en plena andropausia y no sabía amar a un solo ser, pero ella llegó a mi vida. Hizo magia".
- Debió haberle resultado difícil porque usted se confesaba un machista recalcitrante.
- Siempre tuve contacto con mujeres que me ayudaron en mi búsqueda espiritual, las magas de las que hablo en mi libro, pero mi relación con Marianne llegó a un punto más íntimo. Tenemos miles de experiencias compartidas, que no se pueden comparar con mis acercamientos a estas otras mujeres. Siempre he creído que tanto las mujeres como los hombres tenemos un alma femenina y el espíritu masculino. Entonces el verdadero amor es andrógino y la verdadera pareja se hace entre cuatro, lo masculino-femenino que existe dentro del hombre y lo masculino-femenino que existe en la mujer. Ésa es la verdadera y mejor relación. Es la que ahora estoy viviendo. Antes sólo me había comportado como hombre delante de las mujeres, sólo me había planteado en términos de seducción y no había entendido su real valor.
- ¿Este cambio fue todo un proceso, supongo?
- Fue todo un descubrimiento. Recuerdo claramente que un día Marianne se plantó frente a mí con un periódico y me mostró una foto con todos los líderes mundiales; ahí estaban todos los hombres que dirigían el mundo y no había ninguna mujer. "Mira, ésta es una verdadera colección de virilidad. Cómo es posible que el mundo sólo sea dominado por hombres, cuando la mitad está conformado por mujeres", me dijo. Fue la partida para entender que tenía razón y se me vinieron miles de cuestionamientos. Cómo es posible que haya un Papa y no exista una papisa, si el tarot lo dice. Cómo es posible que se inclinen hacia la Meca sólo espaldas masculinas, y no haya ninguna mujer. ¿Qué es esto? Hay que entender que la vida es igualdad y pareja.
- ¿Cómo es su vida con Marianne?
- Todavía seguimos viviendo juntos, pero estamos buscando hacer un cambio. La idea es que Marianne tenga su apartamento para que desarrolle su espacio propio, mientras yo me quedo con el mío. No nos estamos separando, la idea es potenciar nuestras independencias. Cada uno en su territorio, con la posibilidad de reunirnos a cada momento y compartir espacios. Lo que pasa es que desarrollando nuestra idea de la relación hombre-mujer igualitaria, concluimos que una mujer necesita tener su propio espacio. Porque siempre son ellas las que tienen que acomodarse, porque el espacio generalmente es de dominio masculino. Estamos acostumbrados a que el hombre decida, pague y se imponga, la mujer está ahí como una servidora de la casa, es la mamá y la que ve que todo funcione. Por lo mismo, hoy necesita su espacio para hacer lo que quiera y resguardar su intimidad, incluso para tener un amante si lo necesita.
- ¿Entonces cree en las parejas abiertas?
- No creo en tener amantes por el simple hecho de tenerlos, pero si llega el caso sí creo en las parejas abiertas. No hay que imponerse la fidelidad forzada porque es una enfermedad, la sexualidad tiene que satisfacerse. Creo que las parejas, los matrimonios, en algún momento dado deben tener una experiencia de este tipo. Pero siempre que se trate de deseos auténticos y genuinos, nada de deseos enfermizos. Eso es dañino.
La nueva visión de Jodorowsky de las mujeres, además de las constantes terapias de sicomagia que acostumbra a realizar por todo el mundo, y los tradicionales miércoles por la tarde en el café Saint Fiacre de París, para leer gratuitamente el tarot a unas 30 personas, le han revelado un problema que critica en Chile y en todo el mundo: los padres ausentes. "El mundo está marcado por esa ausencia. Eso desequilibra todo; incluso a la mujer, que tiene que cumplir ambos roles a la vez y no puede cumplir bien con su labor. El mundo que hemos construido no está hecho para las mujeres. No está considerado que la mujer entre en la vida intelectual. A las mujeres se las ha eliminado del pensamiento universal; sin embargo, han existido grandes pensadoras como Simone de Beauvoir y Hanna Arendt".
- Pero ahora se habla de la irrupción de la mujer en el mundo del trabajo.
- Muchas de las grandes industrias están hechas para los hombres. No es ninguna monstruosidad que una trabajadora se quede embarazada, sólo es cuestión de darle un tiempo de arreglarse y espacios para que se sienta cómoda. Pero ahora, en ciertas empresas de Europa, no toman mujeres porque se embarazan. Pese a lo que se diga, todavía la mujer no tiene un lugar en la industria y la economía, por eso les cuesta desarrollarse integralmente.
- ¿Ésa es la gran complicación de la madre trabajadora?
- Claro, porque genera una madre ausente y muy culposa. Por eso, digo que el mundo del trabajo debería darles las garantías y las ayudas que merecen. Todas las empresas deberían tener guarderías en el trabajo, es lo natural, y darles todas las herramientas para que suplan el tiempo que pasan lejos con la posibilidad de que intensifiquen su relación.
- ¿Qué daña más: un padre o una madre ausente?
- Las dos ausencias dañan igual. Se diría que la madre ausente es lo peor, la clásica herida que no se puede sanar. Pero he visto sufrir a tantos hombres y mujeres por la falta de sus padres, que no lo creo. A un padre ausente lo buscas toda la vida y de todas formas. He visto mujeres que han tenido un padre ausente y siempre han tenido parejas que viven lejos, amantes ausentes para repetir el modelo. Pero, además, hay otro problema que se genera con esto, porque muchas mujeres aprenden a mirar el mundo con los ojos de su madre, y si ésta odia la figura paterna, nunca van a confiar en los hombres. Y si se trata de un hijo criado bajo estas condiciones, será un hijo que tratará de quedarse siempre como un niño, porque pensará que al crecer se convertirá en el hombre que la madre desprecia.
- Usted, ¿qué tan buen padre ha sido?
- Reconozco que antes no era buen padre, pero ahora he descubierto mi amor paternal. Durante muchos años fui un padre presente, pero totalmente egómano. Era Yo y quería que todo el mundo alrededor mío me imitara, que mis hijos fueran como yo. Pero ya superé esa etapa y me encanta estar con ellos, entenderlos.
Alejandro Jodorowsky es padre de cinco hijos: Adán, Axel (que ahora se llama Cristóbal), Brontis y Teo, quien murió a los 24 años y hasta ahora representa su gran dolor. "Se murió cuando yo tenía 65 años y fue lo más duro que he tenido que afrontar. Incluso ahora me cuesta hablar de eso". Con su quinta hija tiene una relación lejana y que se dio tardíamente. "Su madre fue una alemana que se fue cuando estaba encinta y yo sólo pude verla cuando tenía 18 años. Ambos nos buscamos, nos encontramos, pero ya teníamos caminos distintos".
- ¿Eso no le genera un conflicto?
- No, porque entendimos que nuestra relación no puede llegar más allá. Ella tiene un padre que la crió y siempre estuvo presente. Yo soy sólo su padre genético, pero sabe el gran cariño y respeto que siento por ella.
Hoy Jodorowsky es un personaje respetado a nivel internacional. En diciembre ofició el matrimonio de Marilyn Manson, vestido como El alquimista, uno de los personajes de culto de su película "La Montaña Sagrada". Con el cantante, en su faceta de actor, Jodorowsky planea retomar su carrera de cineasta con lo que califica como un "western filosófico". Mientras tanto, continuará su recorrido por el mundo, leyendo sus poemas en Italia, desarrollando cómics en Francia, y expandiendo su trabajo terapéutico con la sicomagia. De hecho, en unas semanas dictará talleres para parejas en Madrid.
- ¿Por qué la gente consulta la sicomagia?
- En su mayoría, por muchas cosas relacionadas con la familia. Muchas rabias contenidas. Y por sobre todo, muchos abusos infantiles. Es común que cuando hago grupos de 50 personas hay por lo menos 6 mujeres que el padre las ha violado. Y últimamente también me han aparecido abusos femeninos sobre los chicos, que están más ocultos todavía. En los chilenos, casi todos tienen que ver con el pasado político, con el desarraigo luego de la dictadura, eso les produce muchas angustias. Pero los más angustiados son los españoles, yo creo que tiene que ver con que Franco duró cuarenta años. Los otros son los franceses, que tienen unos malestares muy profundos, porque viven en una sociedad históricamente muy cínica y cruel.
- Por lo que relata de sus consultas se podría decir que las personas están llenas de problemas.
- Hay mucha miseria emocional en el mundo. Toda esa gente que vive trabajando enfermizamente por el éxito personal y económico tiene un vacío enorme. La competitividad económica no soluciona el corazón. Eso se soluciona aprendiendo a amarte a tí mismo, revalorizándote, descubriendo lo que yo llamo la joya interior, que es saber que tú naciste por algo. Por sobre la perfección, la búsqueda de la gran verdad o la intelectualidad, hay que imponer la autenticidad. Ser lo que tú eres, eso es lo digno de amarse.
- ¿Cómo se logra saber que se es auténtico?
- Me he pasado toda la vida preguntándomelo. Creo que lo logré, pero me costó mucho. Ufff, fue un gran trabajo. Primero yo amé como amigo a Enrique Linh, era mi maestro y quise ser como él, después quise ser como Nicanor Parra, luego tuve que sacarme de encima a Neruda y en este libro explico cómo me desprendí de mi maestro budista Takata. Porque hay gente que al tiempo que te da y te enseña, también te envenena para desarrollarte auténticamente. Pero después que tú logras desprenderte de todas estas influencias, eres libre y aprendes realmente a amar, a cambiar el competir por el compartir.
- ¿Y la felicidad cómo se consigue?
- Yo tengo mis definiciones. Primero, felicidad es estar cada día menos angustiado. También es trabajar en lo que te gusta, y por último, la felicidad puede conseguirse realizando un sueño infantil. En mi caso personal, cuando niño siempre quise vivir en una biblioteca y ahora en mi casa estoy totalmente rodeado de libros. Cada cual puede hacerlo según su experiencia, es sencillo. Si quisiste ser aviador, trata de tomar lecciones de aviación. Si quisiste estudiar ballet clásico y ahora eres una mujer de más de 90 kilos, toma clases sin importarte lo que digan y no busques la perfección. La felicidad, además, tiene ver con el placer y el agradecer estar vivo.
"Hay que entender que la vida es igualdad y pareja"
Luego de cinco años de ausencia visitó Santiago por cuatro días, causando una verdadera revolución entre los seguidores de su terapia de sicomagia y los empresarios chilenos que asistieron a un seminario donde habló de la creatividad. Conocido como un artista que explora el arte y la magia para sanar, Alejandro Jodorowsky llegó feliz por la elección de Michelle Bachelet como Presidenta, quien lo condecoró en La Moneda, y desafió a dar más espacio a las mujeres para lograr un sociedad más igualitaria y auténtica. "Estamos acostumbrados a que el hombre decida, pague y se imponga, la mujer está ahí como una servidora de la casa, es la mamá y la que ve que todo funcione. Por lo mismo, hoy necesita su espacio para hacer lo que quiera y resguardar su intimidad".
La palabra es "Surrealista". Alejandro Jodorowsky la repite constantemente con un brillo en la mirada tan resplandeciente como los blancos mechones de su cabeza, que se iluminan con los rayos de sol que entran por el ventanal donde se realiza esta entrevista. El término aparece durante toda la conversación, especialmente cuando habla de su tema favorito en estos últimos meses: Michelle Bachelet. "El año pasado, en una entrevista para tu revista, comenté lo importante que parecía que los países eligieran mujeres para dirigirlos. Y ahora ver a la señora Bachelet como Presidenta me parece un acto increíble. Algo que pone a Chile junto a los países más avanzados. Ya Francia está tratando de imitarlo con Ségolène Royal. Pero, aclaro, que cuando hablo de Bachelet no lo hago políticamente, no sé al partido que pertenece, sino porque elegir a una Presidenta en un país que se caracteriza por padres ausentes y un desprecio a lo femenino es surrealista", comenta entusiasmado mientras en su pálida cara se dibuja una mueca de satisfacción.
- Pero más allá de lo surrealista, ¿Chile está preparado para este cambio?
- No lo sé. Para mí es una incógnita saber si todos están realmente preparados para entenderla. Si la van a ayudar o la van a hundir. Los que estén en desacuerdo con ella la van a tratar de incapaz y no van a facilitarle las cosas. En teoría podrían complicarle su trabajo, usando los tópicos recurrentes, diciendo que es caprichosa, histérica, cualquier cosa que sirva para inhabilitar su inteligencia. Va a cometer errores, seguramente, pero como todo el mundo y también como los hombres los cometen. Pero ella tiene toda la fuerza femenina que está en potencia y puede llegar a grandes cosas. Hay que hacerle confianza.
Luego de cinco años sin visitar Chile, hace una semana se paseó por Santiago presentando su libro "El maestro y las magas" (Grijalbo). También tuvo una masiva reunión abierta con los seguidores de su técnica de sicomagia en el Centro Cultural Matucana 100 y dictó el seminario "El poder de la creatividad", ante un selecto grupo de empresarios y personalidades. Un evento que se repletó y en el que desafió a los empresarios con la pregunta: "¿Quieren ser creativos?, dejen entonces entrar a las mujeres en su mundo".
El consejo de Jodorowsky viene de cerca. Él mismo lo ha experimentado durante esta última década y lo deja de manifiesto en el libro que vino a presentar, la tercera parte de lo que él mismo bautizó como su "autobiografía imaginaria" (un género literario creado por él mismo para relatar cómo gestó, maduró y combinó su vida con el arte y lo místico). En la obra recuerda a cuatro mujeres que conoció durante su paso por México en los '60: la escritora y pintora surrealista Leonora Carrington; doña Magdalena, que le enseñó el masaje iniciático; la poderosa actriz mexicana la Tigresa, y Reyna D'Assia, hija de Gurdjieff. Pero la gran generadora de lo femenino en el pensamiento de este hombre de 77 años es Marianne Costa (39), su actual pareja y coautora de un libro dedicado al valor terapéutico del tarot. "Ella llegó por magia. Nos conocimos hace una década, cuando yo me consideraba en plena andropausia y no sabía amar a un solo ser, pero ella llegó a mi vida. Hizo magia".
- Debió haberle resultado difícil porque usted se confesaba un machista recalcitrante.
- Siempre tuve contacto con mujeres que me ayudaron en mi búsqueda espiritual, las magas de las que hablo en mi libro, pero mi relación con Marianne llegó a un punto más íntimo. Tenemos miles de experiencias compartidas, que no se pueden comparar con mis acercamientos a estas otras mujeres. Siempre he creído que tanto las mujeres como los hombres tenemos un alma femenina y el espíritu masculino. Entonces el verdadero amor es andrógino y la verdadera pareja se hace entre cuatro, lo masculino-femenino que existe dentro del hombre y lo masculino-femenino que existe en la mujer. Ésa es la verdadera y mejor relación. Es la que ahora estoy viviendo. Antes sólo me había comportado como hombre delante de las mujeres, sólo me había planteado en términos de seducción y no había entendido su real valor.
- ¿Este cambio fue todo un proceso, supongo?
- Fue todo un descubrimiento. Recuerdo claramente que un día Marianne se plantó frente a mí con un periódico y me mostró una foto con todos los líderes mundiales; ahí estaban todos los hombres que dirigían el mundo y no había ninguna mujer. "Mira, ésta es una verdadera colección de virilidad. Cómo es posible que el mundo sólo sea dominado por hombres, cuando la mitad está conformado por mujeres", me dijo. Fue la partida para entender que tenía razón y se me vinieron miles de cuestionamientos. Cómo es posible que haya un Papa y no exista una papisa, si el tarot lo dice. Cómo es posible que se inclinen hacia la Meca sólo espaldas masculinas, y no haya ninguna mujer. ¿Qué es esto? Hay que entender que la vida es igualdad y pareja.
- ¿Cómo es su vida con Marianne?
- Todavía seguimos viviendo juntos, pero estamos buscando hacer un cambio. La idea es que Marianne tenga su apartamento para que desarrolle su espacio propio, mientras yo me quedo con el mío. No nos estamos separando, la idea es potenciar nuestras independencias. Cada uno en su territorio, con la posibilidad de reunirnos a cada momento y compartir espacios. Lo que pasa es que desarrollando nuestra idea de la relación hombre-mujer igualitaria, concluimos que una mujer necesita tener su propio espacio. Porque siempre son ellas las que tienen que acomodarse, porque el espacio generalmente es de dominio masculino. Estamos acostumbrados a que el hombre decida, pague y se imponga, la mujer está ahí como una servidora de la casa, es la mamá y la que ve que todo funcione. Por lo mismo, hoy necesita su espacio para hacer lo que quiera y resguardar su intimidad, incluso para tener un amante si lo necesita.
- ¿Entonces cree en las parejas abiertas?
- No creo en tener amantes por el simple hecho de tenerlos, pero si llega el caso sí creo en las parejas abiertas. No hay que imponerse la fidelidad forzada porque es una enfermedad, la sexualidad tiene que satisfacerse. Creo que las parejas, los matrimonios, en algún momento dado deben tener una experiencia de este tipo. Pero siempre que se trate de deseos auténticos y genuinos, nada de deseos enfermizos. Eso es dañino.
La nueva visión de Jodorowsky de las mujeres, además de las constantes terapias de sicomagia que acostumbra a realizar por todo el mundo, y los tradicionales miércoles por la tarde en el café Saint Fiacre de París, para leer gratuitamente el tarot a unas 30 personas, le han revelado un problema que critica en Chile y en todo el mundo: los padres ausentes. "El mundo está marcado por esa ausencia. Eso desequilibra todo; incluso a la mujer, que tiene que cumplir ambos roles a la vez y no puede cumplir bien con su labor. El mundo que hemos construido no está hecho para las mujeres. No está considerado que la mujer entre en la vida intelectual. A las mujeres se las ha eliminado del pensamiento universal; sin embargo, han existido grandes pensadoras como Simone de Beauvoir y Hanna Arendt".
- Pero ahora se habla de la irrupción de la mujer en el mundo del trabajo.
- Muchas de las grandes industrias están hechas para los hombres. No es ninguna monstruosidad que una trabajadora se quede embarazada, sólo es cuestión de darle un tiempo de arreglarse y espacios para que se sienta cómoda. Pero ahora, en ciertas empresas de Europa, no toman mujeres porque se embarazan. Pese a lo que se diga, todavía la mujer no tiene un lugar en la industria y la economía, por eso les cuesta desarrollarse integralmente.
- ¿Ésa es la gran complicación de la madre trabajadora?
- Claro, porque genera una madre ausente y muy culposa. Por eso, digo que el mundo del trabajo debería darles las garantías y las ayudas que merecen. Todas las empresas deberían tener guarderías en el trabajo, es lo natural, y darles todas las herramientas para que suplan el tiempo que pasan lejos con la posibilidad de que intensifiquen su relación.
- ¿Qué daña más: un padre o una madre ausente?
- Las dos ausencias dañan igual. Se diría que la madre ausente es lo peor, la clásica herida que no se puede sanar. Pero he visto sufrir a tantos hombres y mujeres por la falta de sus padres, que no lo creo. A un padre ausente lo buscas toda la vida y de todas formas. He visto mujeres que han tenido un padre ausente y siempre han tenido parejas que viven lejos, amantes ausentes para repetir el modelo. Pero, además, hay otro problema que se genera con esto, porque muchas mujeres aprenden a mirar el mundo con los ojos de su madre, y si ésta odia la figura paterna, nunca van a confiar en los hombres. Y si se trata de un hijo criado bajo estas condiciones, será un hijo que tratará de quedarse siempre como un niño, porque pensará que al crecer se convertirá en el hombre que la madre desprecia.
- Usted, ¿qué tan buen padre ha sido?
- Reconozco que antes no era buen padre, pero ahora he descubierto mi amor paternal. Durante muchos años fui un padre presente, pero totalmente egómano. Era Yo y quería que todo el mundo alrededor mío me imitara, que mis hijos fueran como yo. Pero ya superé esa etapa y me encanta estar con ellos, entenderlos.
Alejandro Jodorowsky es padre de cinco hijos: Adán, Axel (que ahora se llama Cristóbal), Brontis y Teo, quien murió a los 24 años y hasta ahora representa su gran dolor. "Se murió cuando yo tenía 65 años y fue lo más duro que he tenido que afrontar. Incluso ahora me cuesta hablar de eso". Con su quinta hija tiene una relación lejana y que se dio tardíamente. "Su madre fue una alemana que se fue cuando estaba encinta y yo sólo pude verla cuando tenía 18 años. Ambos nos buscamos, nos encontramos, pero ya teníamos caminos distintos".
- ¿Eso no le genera un conflicto?
- No, porque entendimos que nuestra relación no puede llegar más allá. Ella tiene un padre que la crió y siempre estuvo presente. Yo soy sólo su padre genético, pero sabe el gran cariño y respeto que siento por ella.
Hoy Jodorowsky es un personaje respetado a nivel internacional. En diciembre ofició el matrimonio de Marilyn Manson, vestido como El alquimista, uno de los personajes de culto de su película "La Montaña Sagrada". Con el cantante, en su faceta de actor, Jodorowsky planea retomar su carrera de cineasta con lo que califica como un "western filosófico". Mientras tanto, continuará su recorrido por el mundo, leyendo sus poemas en Italia, desarrollando cómics en Francia, y expandiendo su trabajo terapéutico con la sicomagia. De hecho, en unas semanas dictará talleres para parejas en Madrid.
- ¿Por qué la gente consulta la sicomagia?
- En su mayoría, por muchas cosas relacionadas con la familia. Muchas rabias contenidas. Y por sobre todo, muchos abusos infantiles. Es común que cuando hago grupos de 50 personas hay por lo menos 6 mujeres que el padre las ha violado. Y últimamente también me han aparecido abusos femeninos sobre los chicos, que están más ocultos todavía. En los chilenos, casi todos tienen que ver con el pasado político, con el desarraigo luego de la dictadura, eso les produce muchas angustias. Pero los más angustiados son los españoles, yo creo que tiene que ver con que Franco duró cuarenta años. Los otros son los franceses, que tienen unos malestares muy profundos, porque viven en una sociedad históricamente muy cínica y cruel.
- Por lo que relata de sus consultas se podría decir que las personas están llenas de problemas.
- Hay mucha miseria emocional en el mundo. Toda esa gente que vive trabajando enfermizamente por el éxito personal y económico tiene un vacío enorme. La competitividad económica no soluciona el corazón. Eso se soluciona aprendiendo a amarte a tí mismo, revalorizándote, descubriendo lo que yo llamo la joya interior, que es saber que tú naciste por algo. Por sobre la perfección, la búsqueda de la gran verdad o la intelectualidad, hay que imponer la autenticidad. Ser lo que tú eres, eso es lo digno de amarse.
- ¿Cómo se logra saber que se es auténtico?
- Me he pasado toda la vida preguntándomelo. Creo que lo logré, pero me costó mucho. Ufff, fue un gran trabajo. Primero yo amé como amigo a Enrique Linh, era mi maestro y quise ser como él, después quise ser como Nicanor Parra, luego tuve que sacarme de encima a Neruda y en este libro explico cómo me desprendí de mi maestro budista Takata. Porque hay gente que al tiempo que te da y te enseña, también te envenena para desarrollarte auténticamente. Pero después que tú logras desprenderte de todas estas influencias, eres libre y aprendes realmente a amar, a cambiar el competir por el compartir.
- ¿Y la felicidad cómo se consigue?
- Yo tengo mis definiciones. Primero, felicidad es estar cada día menos angustiado. También es trabajar en lo que te gusta, y por último, la felicidad puede conseguirse realizando un sueño infantil. En mi caso personal, cuando niño siempre quise vivir en una biblioteca y ahora en mi casa estoy totalmente rodeado de libros. Cada cual puede hacerlo según su experiencia, es sencillo. Si quisiste ser aviador, trata de tomar lecciones de aviación. Si quisiste estudiar ballet clásico y ahora eres una mujer de más de 90 kilos, toma clases sin importarte lo que digan y no busques la perfección. La felicidad, además, tiene ver con el placer y el agradecer estar vivo.
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