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Sicología, Reinvención

Reescribo un artículo aparecido en la Revista Mujer del diario la Tercera, el 26 de febrero del 2006.

Reinvención, Metamorfosis Vital

Hay ocasiones en que las personas necesitan cambios profundos para estar bien. Las razones son tan diversas como la naturaleza humana, aunque en todas el dolor es el factor gatillante. Siempre se puede volver a empezar, pero de la mano de un especialista.

LA REINVENCIÓN ES UN CONCEPTO cada vez más empleado por la población, pero del que se desconocen las verdaderas implicancias que encierra. Para sicólogos y terapeutas, los seres humanos vivimos el cambio a diario, pero de manera paulatina, sin el estrés de la transformación extrema. El punto es que existen personas para quienes un cambio radical resulta imprescindible: sin transformación no pueden seguir. Ellos son quienes optan por la "reinvención", un proceso que lleva a vivir modificaciones profundas a nivel personal. La idea es comenzar de nuevo, pero esta vez sin dolores que interfieran.





Según el sicólogo clínico Mauricio Sanhueza, hay personas que escogen cambiar porque no están conformes con su historia de vida; y otras que se ven forzadas a hacerlo porque la realidad que los golpea es tan fuerte que sienten que no pueden continuar viviendo, y esto puede ser originado por infidelidades, muertes, despidos laborales o accidentes, entre muchas otras causas.

"Lo que se busca a través del cambio es un alivio al dolor. Pero si la persona no ha trabajado esos sufrimientos, éstos le van a sabotear el presente en cualquier momento. Lo que no sana se perpetúa", explica.

El especialista señala que la persona no está consciente de que necesita una "reinvención". A menudo, siente una sensación de inconformidad, de que algo no funciona. "Frente al dolor, los seres humanos pretendemos que nada está mal, y en ese proceso reprimimos o escondemos sentimientos. Lo importante es ayudar a la persona Que sufre a ver lo que está sucediendo, a que aflore la verdad, que no siempre es agradable. La verdad otorga libertad, pero antes puede hacernos sentir miserables, sobre todo porque con frecuencia involucra dejar ir ilusiones que paliaban heridas", dice.

Y agrega: "Al asumir la verdad, se produce el duelo. Recién una vez que la persona ha liberado el sufrimiento puede aceptar lo que sucedió, e integrar, aprender y agradecer la experiencia que vivió que, pese a lo dolorosa, lo hizo más fuerte, El problema es que si no lo hace, va a seguir siendo superada por situaciones que le recuerden ese pasado que no le gusta".

Cecilia es una ingeniera comercial de 44 años que asumió su reinvención a través de terapia sicológica. Hoy reconoce que por mucho tiempo supo que era necesario un cambio, pero no se atrevía a dar el paso que le permitiera dejar entrar luz a lugares de su vida que consideraba oscuros y que no se atrevía a mencionar. Por años, su forma de enfrentar el mundo fue evitando conflictos, cediendo espacios, tratando de agradar a los demás.

Mi problema venía de la niñez y por años lo disfracé con trucos. Creía que haciéndome pasar por la niña simpática y piola, todo se solucionaba. Me engañaba diciéndome que los conflictos no eran para tanto, y desde esa perspectiva para qué iba a pelear. Lo cierto era que tenía mucha rabia contenida por no dejar salir mis sentimientos".

Cecilia reconoce que al iniciar la terapia afloraron muchas emociones, como culpa y vergüenza de sí misma, pero que finalmente el enorme deseo de liberarse de ese peso la hizo caminar hacia la reinvención. "A través de este proceso pude verme a los seis años, conviviendo con adultos que sufrían depresión y serios problemas con el alcohol. Lo diferente fue que esta vez me dio una enorme ternura ver a esa niñita que aprendió a esquivar el miedo y que con algo de ingenio se convirtió en una pequeña adulta. Ella creía que haciéndolos reír todo volvía a la calma", explica.

Hoy, asegura que en el proceso de reinvención no hay límites, ya que lo único que permanece es el cambio y, con él, el desafío de atreverse a vivirlo de una manera sana y respetuosa con sí misma.

"Creo que en el reinventarse hay un aprendizaje precioso que, además de traer frescura, me invita con valentía a entregarme al desafío de trazar las líneas de mi vida desde mi propia elección, libre de la contaminación de las creencias que marcaron mi infancia y sabiendo que puedo generar el cambio sin culpa. Esta transformación interna me ha permitido formar un hogar sano y amoroso, todo lo contrario al lugar de donde provengo", explica.

Para el sicólogo, las creencias son aprendidas y constituyen el principal escollo al que se enfrenta una persona que se inserta en un proceso de "reinvención".

"Muchas veces, para lograr resultados, hay que ir contra las creencias, que no son más que fantasías a las que nos aferramos desde la niñez, y que por la misma razón son muy difíciles de romper. Hay personas que luego de haber hecho todo lo adecuado, de seguir los patrones que su familia le dijo que eran los correctos, comprenden que a ellos ese sistema no les funciona. Por lo general, en ese momento es cuando entran en crisis y sienten que sólo un cambio radical les entregará alivio. De allí que se encuentren casos de personas que decidan dejar importantes cargos ejecutivos para retirarse al campo o terminen trabajando en actividades muy lejanas al mundo empresarial, o viceversa", menciona Sanhueza.

El profesional afirma que las creencias son formas de pensar, sentir y actuar que se introducen en nuestro cerebro como verdades absolutas. "Nos hacen creer que el mundo es de cierta manera y actuamos de acuerdo a ese guión aprendido. Lo que suele ocurrir es que cuando esas recetas de vida no dan resultado, la persona termina por reventar y se empieza a sentir culpable de fracasar", aclara.


INTENTOS FALLIDOS RECONSTRUCCIÓN PERSONAL


Según el especialista, cuando la persona no aprende del pasado, la reinvención no sirve. Hay quienes sufren mucho frente al dolor, pero en vez de tomarlo como una señal de alerta para asumir un cambio, sienten que algo está mal con ellos mismos y no avanzan hacia una transformación real y positiva.

Con frecuencia, este tipo de persona construye escenarios soñados y cree que una vez que se concreten todo va a cambiar, pero eso nunca sucede. La fantasía que ha creado para sobrevivir no resulta, pero ellos insisten en tratar de que dé resultado para lograr la paz interior que tanto añoran. Así es como cambian de pareja, trabajo o estilo de vida constantemente, porque no encuentran lo que necesitan. Ahí es cuando viene el colapso, ya que finalmente la realidad que tanto les duele termina por imponerse", menciona el profesional.

En esos casos, la reinvención no es sana porque se está buscando alivio, pero no una solución. "Lo más probable es que la nueva historia no lo satisfaga, los dolores afloren y las crisis se desencadenen de la misma forma que en sus historias pasadas, aumentando la inadecuación y la sensación de culpa. Lo veo mucho en hombres y mujeres que ante un mal matrimonio deciden tener un amante que los ayude a evadir el dolor, pero nada funciona. La realidad sigue imponiéndose. Muchas veces se van de la casa con el amante, pero al cabo de un tiempo les vuelve a pasar lo mismo. Lo que sucede es que la persona no ha resuelto la dinámica que lo hace entrar en crisis", comenta el especialista.

Pablo es un arquitecto de 49 años, y después de años de diversas relaciones de pareja, decidió estar solo por primera vez. Durante años pasó de una historia amorosa a otra sin preocuparse del caos que provocaban sus rupturas en los involucrados, ni tampoco hizo los duelos respectivos.

"Fue muy doloroso comprender que toda mi vida he estado huyendo del abandono que viví de niño. Por eso, todas mis relaciones eran desechables. Con cada nueva historia amorosa sentía que necesitaba empezar de cero, no importándome lo que eso significaba para los demás. Cambiaba de casa, amistades e incluso con una de mis parejas me fui del país un largo período. Hoy pienso que eso se debía a que crecí sintiendo que no podía crear lazos profundos de amor, porque en cualquier momento se iban a cortar y yo iba a tener que rearmarme. Ahora que estoy solo por primera vez, el principal objetivo de esta reinvención es olvidar y perdonar el daño que hice a otros y a mí mismo, y, quizás, en el futuro, atreverme a amar sin miedo, a construir una historia y no a huir de ella cuando se empieza a volver sólida".

Un proceso de reinvención necesita apoyo, Mauricio Sanhueza sostiene que una vía adecuada para lograrlo es la terapia de reconstrucción personal. "La importancia de este tratamiento es que permite sanar a nivel de sentimientos y emociones. Esta terapia acompaña a la persona hasta el lugar donde se originó el daño. El paciente sintió y vio cosas, experimentó sensaciones en su cuerpo, y desde allí es donde más tarde adquiere patrones de comportamiento. Por esas razones, resulta fundamental que comprenda que nunca va a poder sanar lo que no es capaz de sentir", explica.

Para Cecilia, contar con guía profesional fue absolutamente necesario en su proceso de reinvención. "En mi caso, simplemente no veía las puertas que surgían en el camino para sanarme, y cuando aparecían, las ignoraba. Pero al mismo tiempo, sentía la necesidad de encontrar lo que me provocaba angustia. Lo que ocurría es que no sentía la piedra en mi zapato, y si la llegaba a percibir, además de no tener las herramientas para sacarla, había desarrollado un arsenal de técnicas que bloqueaban el dolor que generaba y, a mi parecer, eso es lo que habría seguido haciendo hasta que me dejara una cojera irreparable en mi vida".

La terapia de reconstrucción personal se realiza de manera individual, pero a medida que va avanzando muchas veces requiere de apoyo grupal. "Además del lazo terapéutico, es importante contar con personas que con sus testimonios y experiencias le muestren al paciente que no son los únicos que sufren y que se pueden salir de ese estado. Esto tiene relación con que nos hieren en privado, pero nos sanamos en público. En esas terapias grupales la persona también entiende que el cambio afectará su entorno", señala.

El especialista afirma que cuando alguien en la familia se reinventa, se producen cambios en todos sus integrantes, "Lo frecuente es que la familia al principio tome mal estas transformaciones, porque se asusta, Los seres humanos tendemos a encontrar la confianza en que todo siga igual, aunque esa estabilidad no sea verdad, pero nos sirve, Por eso es tan importante integrar a la familia y la pareja, para que sepan de dónde viene esta necesidad de cambio y puedan evolucionar juntos. De lo contrario, todos lo empiezan a pasar mal. De hecho, muchas veces hay pacientes que van solos a terapia y cuando comienzan a darse cuenta de ciertas realidades, terminan separándose o culpando a la pareja, que no tiene idea de lo que está pasando. Esto es muy peligroso y muy poco sano. Cuando en un familia uno de sus integrantes sufre, en todos existe la sensación de un dolor no resuelto", concluye el especialista.

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